Gracias a las nuevas tecnologías el trabajo de plegado de planchas de acero se realiza con equipos computarizados de alta precisión. El tratamiento de chapas o planchas de acero se ha ampliado considerablemente. Todas las operaciones se realizan en frío y el plegado de planchas de acero, implica la deformación de una chapa para que adopte un ángulo con respecto a un eje. La deformación en línea recta se realiza con máquinas llamadas plegadoras de chapas.
El principio básico del plegado de planchas de acero en máquinas se basa en el impacto, mediante una fuerza de presión, de un punzón sobre una matriz. En el medio de los cuales se coloca la lámina metálica a doblar.
La versatilidad de estas máquinas varía de acuerdo al tamaño de la chapa a trabajar. Algunas llegan a procesar materiales de hasta 20 mm de espesor. Algunas pueden medir hasta 18-20 metros de largo, lo que permite acomodar un gran número de matrices para realizar distintos plegados de plancha de acero en forma consecutiva.
Aunque actualmente existe una gran variedad de modelos. Pero pueden calificarse cuatro tipos de plegadoras de planchas de acero, los cuales se diferencian en función del mecanismo para la operación del plegado. La aplicación dependerá la exactitud requerida, la repetibilidad y la capacidad de producción.
PROCESO DEL PLEGADO DE PLANCHAS DE ACERO
Al realizar un plegado de una plancha de acero esta se ve sometida a una presión gradual que ejerce el punzón sobre la matriz. El plegado de la plancha de acero se realiza de acuerdo a la fuerza aplicada.
Cuando una plancha de acero es plegada, los esfuerzos que son opuestos actúan en la cara interior y exterior de la chapa. La resistencia de la plancha de acero es mayor que su resistencia a la tracción (extensión). La presión ejercida deformará permanentemente la parte exterior de la plancha de acero, pero la parte interior no llega al límite elástico. Por tanto, la parte interior tiende a recuperar su forma inicial. Puesto que el esfuerzo es una fuerza de resistencia que actúa en oposición a la fuerza externa aplicada, el esfuerzo de compresión actúa hacia fuera de la cara interior. Este esfuerzo de compresión se convierte en retorno elástico.